Es un placer grande para mí poder compartir con vosotros este 20 aniversario de la fábrica de Chavín, coincidente con el primer bum eólico en Galicia. Desde muy cerca vi nacer la planta y su magnífico desarrollo, industria que reactivó la economía del entorno de forma considerable y que, a su vez, nos situaba en la vanguardia de la innovación tecnológica en nuestro campo. Los resultados son evidentes y notables, así que vaya por delante mi felicitación sincera a toda la comunidad que integra la firma Vestas.
Pero si el balance es positivo, el presente nos ha convocado a un reto aún mayor: La Transición Energética, que incluye la descarbonización y electrificación de la economía. Como ya dije en alguna ocasión, cada vez somos más los que reivindicamos una apuesta rotunda y controlada a favor del desarrollo de las fuentes limpias, que deben cubrir el cien por cien de la demanda energética en la UE en el año 2050.
El sector eólico en Galicia llegará a finales de año con una veintena de nuevos parques construidos. Tras la promulgación de la ley autonómica de fomento empresarial, las compañías nos hemos puesto a trabajar sin desmayo para cumplir los plazos y trámites exigidos. Nuestra estimación para el próximo decenio 20-30 es construir 500 MW de potencia instalada por año; es decir, llegar a 2030 con 5.000 MW nuevos. No quiero marear con más cifras, pero hablamos de mucho empleo de calidad y mucha más energía limpia. Para el sector debe ser, si la estabilidad regulatoria, fiscal y política lo permiten, un nuevo renacimiento. Y Galicia está en condiciones de regresar a los primeros puestos en energía producida por el viento. Muchas gracias.