detalle generador

El sector eólico advierte de que Galicia sufre una reducción progresiva histórica en instalación de nueva potencia y generación

Aragón implantó más de 300 MW en el año 2023, mientras Galicia apenas llegó a los 8 MW

La potencia acumulada en Galicia en 2010 representaba el 16,3 % de España, ahora el 12,7 %

El sector eólico advierte de que Galicia sufre una reducción progresiva de instalación de nueva potencia y de generación en relación con otros territorios de España. Los datos que proporciona la Asociación Eólica de Galicia (EGA) son reveladores:

Año 2023 / Potencia instalada (incluye repotenciaciones)

Aragón = 307,75 MW

Castilla-La Mancha = 92,1 MW

Galicia = 7,95 MW

Previsión Galicia al cierre del año 2024 = 53 MW

Período 2020-2024 = 135 MW

Galicia en el año 2010 suponía el 16,3 % de España en potencia acumulada, mientras que en el año 2023 solo representa el 12,7 %.

Generación eólica

Galicia en el año 2020 = 9.994 GWh

Galicia en el año 2023 = 9.068 GWh

La generación en Galicia en el año 2010 era el 19 % de España

La generación en Galicia en el año 2023 es el 14,5 % de España

“Estamos destruyendo el tejido empresarial y ahogando la implantación de energía limpia y renovable”

“Asistimos impávidos a las multimillonarias inversiones que se anuncian en otras comunidades autónomas. Una planta de hidrógeno verde en Andalucía superará los 2.000 millones de dólares y creará abundante empleo de calidad, planta que necesita estar alimentada por nueva energía renovable. Una megarred de datos en Aragón que construirá Amazon se acercará a los 16.000 millones de euros en diez años y anuncian cerca de siete mil empleos. En Avilés, la gran fábrica de la compañía Windar Renovables es un proyecto prioritario”, señala EGA, que también alude a importantes grupos empresariales chinos que quieren apostar por Galicia, haciendo pedidos para eólica marina e incluso para ubicar fábricas de coches eléctricos, que necesitarán nueva energía renovable.

“Entre tanto, en Galicia hemos perdido ocho fábricas de aerogeneradores en los últimos diez años, y ya solo quedan dos. Esta es la realidad que tenemos en caída libre. Tenemos un recurso renovable y autóctono que nos ofrece excelentes oportunidades de desarrollo industrial, empleo estable y rural, precios baratos para consumidores y competitivos para las empresas electrointensivas, independencia energética, atmósfera mucho más limpia evitando cantidades ingentes de emisiones de CO2 y combatiendo eficazmente el cambio climático. Sin embargo, estamos frenados, cuando estar parados es dar marcha atrás en la coyuntura actual”, según añade el sector.

Hay al menos 32 proyectos industriales en Galicia que demandarán ocho terawatios/hora (TWh) de electricidad adicional que debe producirse con energías renovables, que dependen de nueva implantación eólica, tal como señalaba el estudio de impacto que presentó EGA hace un año. “La inseguridad jurídica, con medio centenar de proyectos aprobados rigurosamente por la Xunta, pero suspendidos cautelarmente por el TSXG y a la espera de lo que diga el tribunal europeo nos mantiene en estado catatónico. La legislación tiene que ser clara y sencilla”, advierte la organización eólica.

EGA alude, igualmente, a la cadena de valor en tanto que muchas empresas auxiliares tratan de no desaparecer buscando fuera de Galicia y de España contratos y carga de trabajo. “Volvemos a emigrar cuando Galicia tiene un potencial enorme: recurso eólico de calidad, avanzada logística, puertos y formación cualificada. Estamos destruyendo el tejido empresarial, cercenando el desarrollo industrial y ahogando la implantación de energía limpia y renovable”, lamenta el sector eólico.

“Es evidente que llevamos años y años perdiendo el tren de la energía eólica, tras haber sido pioneros y líderes mundiales en el desarrollo de esta tecnología verde a fines de los años noventa. Esta década debutó con la trágica pandemia del coronavirus, un tiempo en el que el mundo se paró. Luego llegó la guerra de Ucrania, donde se puso de manifiesto nuestra dependencia del exterior y del gas ruso, con un aumento disparatado de los precios de la energía. Y, a pesar de todo, seguimos frenados, sin perspectiva de avance renovable en plena Transición Energética. Y viendo caer el maná en otros territorios”, concluye EGA.

Publicado en Sala de prensa.