Santiago de Compostela, 19 de enero de 2022 (Vía Láctea Comunicación).- La Asociación Eólica de Galicia (EGA) manifiesta su “rotundo rechazo” a la ley de medidas de acompañamiento a los Presupuestos de la Xunta para 2022, “porque bloquean el desarrollo eólico durante 18 meses, crean una enorme inseguridad jurídica y Galicia se quedará al margen de la transición energética”, según indica la entidad que aglutina a la práctica totalidad del sector. Igualmente denuncia que se utiliza un instrumento legal que “limita” la participación.
“La moratoria de año y medio, que debería quedar reducida al mínimo posible, tendría que servir para reflexionar conjuntamente sobre cualquier disposición relevante que pueda repercutir en el sector. ¿Cómo se puede decir que tenemos muchos proyectos en tramitación, si desconocemos cuál es el objetivo de desarrollo que queremos conseguir? El sector está paralizado en Galicia. Si realmente la Xunta desea un desarrollo eólico, se necesitan medidas de reactivación y estímulo”, según reivindica la asociación.
Además, el aplazamiento va en contra de las políticas energéticas, tanto europeas como estatales –añade EGA, “resquebrajando así la unidad de acción con la que las distintas Administraciones deberían combatir el principal riesgo al que se enfrenta el planeta, que no es otro que el cambio climático. Y legislar en contra de los objetivos europeos puede tener consecuencias”, advierte. Por otra parte, existe ambigüedad a la hora de identificar qué proyectos quedan afectados por la moratoria; ambigüedad que se extiende a la hora de determinar si las repotenciaciones deben cumplir o no las nuevas distancias y qué modificaciones tienen carácter sustancial”, tal como explica la entidad.
Por otra parte, la gran mayoría de ayuntamientos en Galicia carece de normativa adaptada a la legislación urbanística vigente, según indica EGA. “Por tanto, muchos núcleos de población –aquellos que se ubican en suelos no delimitados– quedarán desprotegidos por el nuevo criterio de distancias. Esto generará contestación social, pues se está enviando un mensaje de que se aumentará la separación de los aerogeneradores, algo que no se producirá. Todo redunda en mayor inseguridad jurídica y crispación. ¿Es esto lo que queremos?”, se pregunta la asociación eólica.
“La Xunta se equivoca con el nuevo criterio de las distancias en cuatro aspectos: modificar la ley eólica a través de la ley de medidas no es la herramienta normativa adecuada para imponer restricciones urbanísticas de este calado; cinco veces la altura no es la distancia mínima correcta, puesto que no obedece a ningún criterio técnico; los suelos delimitados no son la referencia adecuada, puesto que en Galicia más de la mitad de los ayuntamientos no tienen su normativa urbanística adaptada; y la norma tiene un carácter retroactivo que podría vulnerar nuestro marco legal”, según indica el sector.
EGA añade que “lejos de la necesidad” de que las leyes tengan redacciones claras, concretas y con un ámbito de interpretación limitado, la ley de Medidas incide en lo contrario, utilizando “términos abiertos y ambiguos” como ‘imposibilidad técnica’, ‘lo máximo posible’, ‘efectos ambientales distintos’ o ‘nueva tramitación ambiental’, “entre otras expresiones vacías de contenido real”, tal como precisa.
La eólica es “totalmente compatible” con el medio rural y no hay que incrementar las distancias para garantizar la compatibilidad urbanística, afirma EGA. “Y la mejor prueba son los 180 parques existentes que conviven de forma totalmente armoniosa con su entorno. Se está generando un debate artificial por parte de los que solo tienen un objetivo: Que en Galicia no se construyan parques eólicos”, según alerta la entidad.
Esta nueva política, añade, se activa cuando en Galicia no se ha llegado a los 100 MW de potencia instalada en dos años. “Al paso que vamos apenas se construirán parques nuevos, además de no poder registrar nuevos proyectos en los dieciocho meses que durará la moratoria promulgada por la Xunta”, advierte.